Es que te acojona que haya alguien ahí fuera dispuesto a ayudarte, a quererte, sí, y te da miedo que de repente descubran que en realidad eres alguien a quien no merece la pena querer..
jueves, 23 de diciembre de 2010
Cuento los días de dos en dos, a ver si así llega antes la mañana en la que no me duelas..
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