Es que te acojona que haya alguien ahí fuera dispuesto a ayudarte, a quererte, sí, y te da miedo que de repente descubran que en realidad eres alguien a quien no merece la pena querer..

jueves, 30 de diciembre de 2010

¿Sabes por qué me gustaban las conversaciones contigo? ¿Por qué me encantaban tus mensajes? Porque escribías alargando las palabras, y puede que sea una estupidez adolescente; pero el hecho de que hilaras mas de cuatro frases seguidas y gastases tu tiempo en algo para mi, me hacia sentir muy bien. Recuerdo esas noches, que me quedaba despierta solo para hablar contigo, acurrucada en la cama; tus palabras se enroscaban alrededor mío y me daban calor. Y yo creía, que estabas ahí, justo a mi lado. Ahora solo quiero que te vuelvas a reír de mi, que me llames tonta y me digas que no tengo solución. Lo daba todo por volver al pasado donde ninguno sentía nada y nada era suficiente. Quiero volver a sentir que te abrazaría hasta el fin de los tiempos. Quiero que dejes de contestarme con monosílabos. Y tengo miedo de preguntarte, por temor a que me respondas que todo fue una equivocación. Que aquel día ibas muy borracho y no sabias lo que decías. Y solo tengo una certeza: se que nada volverá a ser igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario