Se derrumba por minutos, duele y no es un pinchazo, es un martilleo constante, empujando, agobiando, enseñándome que estoy a punto de perderlo todo.
No soy valiente, no soy fuerte, no soy dura, no soy invencible. Soy una puta colilla quemada, consumida, tirada, sin ganas de luchar.
No puedo tirar más de esto, no quiero hacerlo.
Quiero dejar caer mi cuerpo y llorar hasta que olvide quien soy y con qué lucho a diario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario