Es que te acojona que haya alguien ahí fuera dispuesto a ayudarte, a quererte, sí, y te da miedo que de repente descubran que en realidad eres alguien a quien no merece la pena querer..

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡Te necesito!

No puedo evitar preguntarme dónde estás, cómo estarás y con quién estarás. Ya me resulta imposible ocultar lo que siento. Tampoco quiero ocultarlo más, desde que me dijiste que me echabas de menos hasta que descubrí que eran tan sólo pequeñas complicaciones lo que nos impide estar juntos. Tú también pareces sentir lo mismo, pero sin embargo, cada vez que te hablo de superar estos problemas para buscar alguna solución, no pareces querer hacer nada. Es cómo si no te importara lo que tu corazón te dice, cómo si solamente ultilizaras la razón, para ver si algo está bien o mal. Dices que sueles hacer las cosas sin pensarlas, y ahora no paras de pensar en lo que es correcto o deja de serlo. Por un momento párate a pensar: si me echas de menos y yo te echo de menos, si fuimos felices los días que pasamos juntos, ¿Por qué preocuparse de lo que está bien o está mal? Piensas que eso es lo mejor para mí, pero creeme te equivocas al pensar que cuanto más lejos estemos mejor me irá. Ocurre justamente lo contrario, te necesito para justificar mi existencia, para darle sentido a mi vida, para poder sonréir cada vez que pienso en tí. Con el paso del tiempo me voy dando cuenta de que las cosas nunca son fáciles, y que nunca terminan bien, ya que al menos para mí, nunca llegan a empezar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario