Es que te acojona que haya alguien ahí fuera dispuesto a ayudarte, a quererte, sí, y te da miedo que de repente descubran que en realidad eres alguien a quien no merece la pena querer..

viernes, 24 de diciembre de 2010

Tengo ganas de tí.

Era una promesa, ¿tan difícil era mantenerla?

No hay comentarios:

Publicar un comentario