
Es que te acojona que haya alguien ahí fuera dispuesto a ayudarte, a quererte, sí, y te da miedo que de repente descubran que en realidad eres alguien a quien no merece la pena querer..
miércoles, 29 de diciembre de 2010
¡Ya no hay nada de qué hablar!

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario