Es que te acojona que haya alguien ahí fuera dispuesto a ayudarte, a quererte, sí, y te da miedo que de repente descubran que en realidad eres alguien a quien no merece la pena querer..

jueves, 30 de diciembre de 2010

Hay momentos de día en los que pienso que he perdido la cabeza, no puede ser normal que todo me recuerde a Él y que cada instante me acuerde de su sonrisa. Pero me paro a pensar y reconozco que me encanta haber perdido la cabeza por una persona así; me encanta echarlo tanto de menos y me encanta quererlo como lo quiero...

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