Es que te acojona que haya alguien ahí fuera dispuesto a ayudarte, a quererte, sí, y te da miedo que de repente descubran que en realidad eres alguien a quien no merece la pena querer..

viernes, 24 de diciembre de 2010

Y tú... ¿Qué precio le pones al amor?



A mi nadie me dijo qué se sentía cuando te enamorabas … Como iba creciendo la ilusión por una llamada, por contestar a un mensaje. Nadie me habló de la angustia de un silencio, ni de la desesperación por una palabra. 
¿Sabes qué? A mi nadie me habló del verbo amar, todo el mundo dio por sentado que después de ver Romeo y Julieta una vez sabría lo que significaba, y sin embargo, pese a todo eso, nunca supe lo que dolía. Ni qué me quería decir la desesperación en el suicidio de ella por la ausencia de él; ni el dolor por la ausencia de ella, cuando él quería y no podía decidir renunciar.
¿Sabes? A mí nadie me quiso contar, porque ni si quiera me mintieron, u omitieron, lo que se sentía cuando lo habías tenido todo y de repente, como de la nada, lo habías perdido. A mi nadie me dijo cómo actuar entonces en ese preciso instante.
¿Sabes qué? Entonces, cuando yo vi que había apostado todo, y lo había perdido todo, me dejé caer en un sin vivir, parecido al de Bella Swan en la saga crepúsculo. Yo no recuerdo nada de todos esos meses; recuerdo simplemente adelgazar, recuerdo dejadez y desidia, ganas de morir ante todo. Recuerdo, como entonces, los días pasaban demasiado despacio, y cómo devoraba con la mirada cada palabra, cada frase que podía hacerme pensar que, en algún momento, en algún jodido y remoto momento, a él le daría por aparecer a mi lado de nuevo ...
Y entonces ... ¿Sabes? Entonces desee que me pasara algo horrible, algo desastroso y poder mirarle a la cara una vez, solo una, y que en mis ojos viera la tristeza de no haber podido apretar su mano sobre la mía mientras sonreía gritando, gritando algo, no se el qué, pero gritando. A mi, en todos mis años, nadie me dijo que yo debería haber aprendido que la vida es más que todo, más que nada y menos de lo que va a ser mañana. Sin embargo, pese a eso, hay noches en las que me encuentro sonriendo a un camarero porque me invita a una copa pensando que quizá, él, esté a mil millones de pensamientos del mío y que ni siquiera, en eso, nos estemos rozando ...
A mi nadie me contó qué se sentía cuando dejabas de tener ganas, y nadie me explicó que cuando te enamoras de ESA voz, de ESAS palabras y de ESA forma de decir las cosas ya no hay marcha atrás ...
Nadie, absolutamente nadie me dijo que las ganas de escapar de este mundo, de esta vida que ahora era la mía, no se irían jamás, y que siempre, por mucho tiempo que pasara, seguiría queriendo huir, porque es lo que más necesitaba.
A mi nadie me contó que amar me iba a salir tan caro, nadie me dijo que si algún día iba a querer tanto a alguien como para quemar mi cuerpo entero por él, mi vida se detendría en ese momento. Nadie fue capaz de insinuar que el amor lo puede y lo mata todo. Nadie, fue capaz de decirme que nunca, jamás, en la vida, yo dejaría de querer correr en la dirección opuesta a la que marcan mis pies después de entender porque mis sonrisas con él, sonaban como música, no de ninguna otra forma, y cada mirada suya era como el primer amanecer de cada día ...


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