Esperaré hasta que sepas quién eres. Hasta que te levantes un día y te des cuenta de que no sólo soy yo la que te ametrallaba a palabras. Que es totalmente normal que me emocionara tanto con tus mensajes, y que no parara de sonreír. Esperaré hasta que sientas la cabeza. Que te decidas entre yo y mis errores, y espero de verdad que sepas elegir. Esperaré hasta que los amaneceres vuelvan a tener sentido no teniéndote a mi lado. Hasta entonces no olvides mi nombre, ni mi manera de besar. No olvides tampoco que sonreía antes de conocerte y lo haré después de ti. Partiendo de la idea de que conoces mi miedo al tiempo, deberías tener presente que no tengo demasiada paciencia. Pero te esperaré hasta que otro entre perfectamente en estas líneas, como si estubieran hechas a su medida, para él. Hasta que el pensar en esto como una historia acabada quizás empieze a tener sentido. Lo haré, no por ti, sino por mi. Porque me conozco y sigo levantandome cada día de mi vida contigo en la cabeza, y en el corazón. Y sé que si fuera sólo por mi me tiraría nada más verte a tus brazos, olvidando todo lo demás. Y no lo tacharía de fallo, ni nada por el estilo. Si por mi fuera, tu voz seguiría siendo algo mio. Pero ... No es sólo por mi, no decido. Te esperaré hasta que sepa quién eres, hasta entonces, no te molestes en recordarme quién soy sin ti ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario