¡Prohibamos el amor no correspondido!

Me encanta reír, escuchar los latidos de mi corazón, caminar descalza sobre la arena, pintarme las uñas para después despintarmelas, revolver mi habitación, tirarme al sol y no pensar, desaparecer para terminar encontrándome o perdiéndome, gritar, los achuchones de mi madre aunque a ella le diga lo contrario, olvidarme de la existencia del reloj, ver a la gente que tanto añoro, llorar si puede ser de alegría, ordenar mi armario y descubrir ropa olvidada, el verano, sentir el sol en mi cara, que el aire despeine mi pelo para tener una escusa y peinarlo, tardes hablando por teléfono, apartar las prisas de mi, perderme en los libros...