¡Prohibamos el amor no correspondido!

- ¿Qué te pasa? Te tiemblan muchísimo las piernas..
+ Esque... estoy nerviosa.
- ¿Por qué?
+ Nunca he dado un beso. No sé hacia qué lado debo mover la cabeza, ni donde colocar mis manos. No sé cada cuanto debo respirar ni en qué momento justo debo cerrar los ojos.
- Eh, escucha. Nadie escribió en ningún lado como debía hacerse.
+ Ya, pero, aún así... no sé.
- Mira, es sencillo. Solo tienes que hacer una cosa, lo demás saldrá solo. Parece que no, pero es verdad. A partir de ahí todo va a fluir solo si lo sientes. Y espero que lo sientas, porque sino, no sería un beso puro. Uno válido.
+ Vale. ¿Y ahora qué?
- Fácil. Olvida todo lo que te he dicho e inspírame hacia dentro.