Es que te acojona que haya alguien ahí fuera dispuesto a ayudarte, a quererte, sí, y te da miedo que de repente descubran que en realidad eres alguien a quien no merece la pena querer..

domingo, 9 de enero de 2011

Solo necesito que estemos ahí los dos, viendo esa puesta de sol. Sentados al borde de la colina, mirando el horizonte, agarrados de la mano, mirando la puesta de sol, mirándonos de reojo y de vez en cuando sonriendo tímidamente. Te miraba a los ojos, me mirabas, me reía y me besabas.

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